AGUA IDEAL PARA LA MARIHUANA
El agua del grifo tiene los inconvenientes de contener demasiado calcio, cloro y sodio, además de tener un PH elevado. Si el único agua de que disponemos es del grifo se deben tener estos aspectos en cuenta:
-Es conveniente dejar reposar el agua 24 horas para que se evapore la mayor cantidad de cloro posible, ya que el cloro es perjudicial para el suelo y bloquea la absorción de ciertos nutrientes.
-Es conveniente disminuir el PH hasta 6 para asegurar la correcta asimilación de todos los nutrientes.
-Se deberán realizar lavados de tierra para expulsar las sales acumuladas.
Si se tiene acceso a agua destilada, osmotizada o agua de lluvia lo ideal es mezclar este agua con agua del grifo; de esta forma la proporción de calcio, cloro y sodio disminuye; la mezcla puede ser desde 50% agua del grifo/ 50% agua pura hasta 20% agua grifo / 80% agua pura. Utilizar agua pura al 100% provoca que las carencias de oligoelementos sean más intensas. El agua pura es conveniente utilizarla únicamente al 100% durante las últimas 2 semanas de floración.
MEJOR AGUA PARA REGAR LA MARIHUANA
El agua interviene directamente en las reacciones químicas de la fotosíntesis. Además, el agua es la encargada de proporcionar muchos de los nutrientes que la planta necesita. Estos nutrientes se disuelven en el agua y son absorbidos por las raíces. Las hojas utilizan el agua para extraer el hidrógeno a partir del cual fabrican la glucosa, por lo tanto es un elemento básico para la supervivencia de la planta. El cannabis es una planta que necesita mucha agua para que crezca y florezca exhuberantemente. Entre los atributos que podemos medir del agua están el PH, la EC (electroconductividad) y la temperatura.
Exactamente, el PH es un indicador del nivel de hidróxidos que contiene el agua. Los hidróxidos que contiene el agua intervienen en la solubilidad de las sales minerales y nutrientes que la planta necesita. Si algún nutriente no es soluble, la planta será incapaz de absorberlo.
El PH se mide según una escala que va de 0 a 14. Cuando una substancia tiene un valor de PH por debajo de 7 se dice que es una substancia ácida, mientras que si el valor del PH es superior a 7 se dice que es alcalina. Si el PH tiene un valor de 7 se dice que la substancia es neutra. Existen nutrientes que su solubilidad es mayor con PH alto, pero hay otros que su solubilidad es alta con PH bajo. El PH debe ser de 6 para que el máximo número de nutrientes estén disponibles (solubles) a las raíces.
Cuando el PH está por encima de 7, algunos microelementos (hierro, manganeso y zinc) reducen su solubilidad considerablemente. Con PH bajo los nutrientes que reducen su solubilidad son el calcio, el magnesio y el molibdeno. El nitrógeno y el potasio son solubles para un rango bastante amplio de PH, aunque el fósforo es más delicado en este aspecto y su solubilidad se reduce considerablemente cuando el PH se aleja de 6.
La corriente eléctrica (EC) se propaga mejor por el agua si contiene más sales disueltas. Existen aparatos electrónicos que introducen corriente eléctrica en el agua y miden la cantidad de corriente que se propaga, pudiendo de esta forma saber la cantidad de sales o nutrientes disueltos en el agua.
Por tanto la medida de EC es útil para dosificar los nutrientes que proporcionamos en cada riego. También es útil medir la EC del agua residual, el agua sobrante que drenan las macetas, para conocer el nivel de sales que contiene el substrato.
En el cultivo en macetas existe el problema de la acumulación de sales en la tierra, debido a que las plantas no absorben todos los nutrientes que le proporciona el agua de riego. Con el tiempo, las sales sobrantes se van acumulando en la tierra y se van desplazando lentamente hacia el fondo y hacia las paredes de la maceta. Si se riega abundantemente la tierra se consigue arrastrar esas sales fuera de la maceta, y analizando la EC de este agua se consigue determinar a groso modo cuantas sales están presentes en el suelo.
Cuanto más elevada es la EC del agua utilizada, más problemas de cultivo aparecerán debidos a acumulaciones excesivas de sales residuales en el substrato.
La EC puede medirse en varias unidades de medida: en microsiemens por centímetro (ms/cm), milisiemens por centímetro (ms/cm) (recordar que 1ms=1000ms) y partes por millón (ppm), aunque la medida más utilizada es la de ms/cm.
Valores típicos de EC son:
Líquido EC(ms/cm) EC(ms/cm)
Agua pura (destilada) 0 0
Agua de lluvia 0.1 100
Agua del grifo 0.5 – 1.2 500 – 1200
Agua estancada 0.5 – 2 500 – 2000
Agua embotellada de baja mineralización 0.3 300
Agua de riego sin fertilizante 0.2 – 0.4 200 – 400
Agua de riego con fertilizante (2 veces por semana) 0.8 – 1.2 800 – 1200
Agua residual (sobrante de la maceta) 4 – 15 4000 – 15000
La temperatura del agua de riego es algo que muchas veces se pasa por alto, pero para aquellas personas que estén cultivando en lugares fríos es algo muy importante. Regar con agua que tenga una temperatura menor de 10 º C ralentizará el crecimiento y detendrá la floración. Para evitar regar con agua fría es suficiente dejar reposar el agua en algún lugar con temperatura algo superior a los 10º C, hasta que se caliente. La temperatura ideal está comprendida entre 15º C y 20º C. Si el agua es corriente es menos probable que el agua salga muy fría. El problema de agua fría surge cuando se cultiva en invierno, en lugares muy fríos
La temperatura siempre juega un papel de primera importancia. Aunque todo se haga de forma correcta, si la temperatura no es la adecuada, las plantas disminuirán la producción a niveles muy bajos, sobre todo si se trabaja con sativas (de procedencia tropical).
CANTIDAD DE AGUA PARA LA MARIHUANA
El cannabis es una especie que se acostumbra a la cantidad de riego que se le suministra. Si el riego es abundante la planta crecerá vigorosamente, pero requerirá esa cantidad periódicamente para mantener toda su infraestructura. Si una planta está acostumbrada a un riego abundante se hará grande, pero si disminuimos el aporte diario de agua bruscamente, la infraestructura no podrá ser abastecida de agua y la mayoría de las hojas morirán. Esto suele ocurrir si las plantas están desatendidas durante varios días, lo que suele ocurrir durante el periodo de vacaciones.
Cuando la planta requiere agua las hojas desfallecen y las puntas de los tallos se doblan, la planta pierde toda su fuerza. Si la regamos después de que esto ocurra la planta recupera la fuerza en pocos minutos. Normalmente esto ocurre al terminar el día, cuando hace mucho calor y la planta va justa de agua; por la noche la planta se puede recuperar absorbiendo la humedad del aire, pero si la falta de riego continúa el crecimiento se ralentizará y si la falta de agua se prolonga durante mucho tiempo la planta puede llegar a morir.
Las plantas que se cultivan en secano reciben poca agua y crecen poco dando poca producción, pero su consumo de nutrientes es más bajo y las plagas no les afectan tanto, siendo un tipo de cultivo ideal si no se dispone de tiempo para cuidar las plantas.
Durante la fase de crecimiento la planta soporta mejor los periodos de sequía. Pero si la planta demanda a menudo agua, poniéndose mustia, deberemos aumentar los riegos para asegurar un crecimiento vigoroso y rápido. Como norma general se debe esperar a que se sequen los primeros centímetros de tierra para volver a regar. Si el suelo está siempre húmedo es más fácil que se propaguen hongos por las raíces. Además, en un suelo cargado constantemente de agua, la oxigenación es bastante menor y por lo tanto el crecimiento también.
Durante la fase de floración el consumo de agua se dispara. Durante las primeras semanas, hasta que la planta comience a producir pistilos, el crecimiento final se acelera. Al regar se debe procurar que el agua llegue hasta la última raíz, sobre todo en cultivos con macetas, regando hasta que el agua salga por debajo de las macetas. No se vuelve a regar hasta que la superficie del terreno no comience a secarse.
Debe tenerse en cuenta que cuando la humedad relativa del ambiente es baja la tierra se seca en menos tiempo, siendo necesario regar más a menudo.
RIEGO AUTOMÁTICO
El riego automático ahorra bastante trabajo, pero requiere una instalación de una manguera y un depósito de agua; aunque si se dispone de un grifo nos ahorramos el depósito . El riego ya no es personalizado, tendrá el mismo PH y EC para todas las plantas. La instalación debe revisarse periódicamente, cada semana como mínimo, para asegurar que no se bloquea ningún conducto; para ello se revisa la superficie de la tierra de todas las plantas y se comprueba que esté mojada. Este tipo de riego es peligroso sobre todo en interior, donde suele haber instalaciones eléctricas, porque puede crear inundaciones si se desconecta algún conducto. Es un tipo de riego ideal para cultivo en exterior, y obligatorio para cultivos de grandes dimensiones.
Para montar un sistema de riego automático existen dos opciones:
1-Instalar una manguera enchufada a un grifo de agua corriente por un extremo. Tapamos el otro extremo. Hacemos pasar la manguera cerca de los tallos de cada planta. Hacemos unos agujeros pequeños en cada punto de la manguera con un punzón (una aguja o un cuchillo afilado). Si nos equivocamos haciendo el agujero siempre se puede tapar con varias capas de cinta aislante. Se debe procurar hacer los agujeros del mismo tamaño, para que no haya desequilibrios en el riego. Por poco precio es posible adquirir manguera especial para riego automático, donde se introducen goteros graduables muy recomendables. También se puede graduar la presión abriendo o cerrando el grifo. Podemos instalar un temporizador para regar las horas del día que a nosotros nos interese. Se debe tener en cuenta que en este tipo de riego no se podrá controlar el PH ni los abonos del agua. Es ideal para usar en agosto, cuando nos vamos de vacaciones.
2-Instalar una manguera enchufada a un depósito de agua. El agua puede caer por presión si la altura del bidón es suficiente. Si no se puede instalar una pequeña bomba con un temporizador. En caso de que se instale una bomba se puede utilizar riego por aspersión, mucho más beneficioso que el riego gota a gota ya que el agua sale bastante más oxigenada. Pero para ello sería necesario invertir un poco más de dinero, en bombas, filtros y temporizadores. En este caso también son muy recomendables los goteros graduables.
Debemos asegurar en los dos casos que la manguera tiene un diámetro suficiente, ya que si no el agua no llegará a todas las plantas. El diámetro mínimo necesario del tubo depende de la presión que tengamos; por tanto, si el riego es por caída el diámetro necesario es mayor que si se utiliza una bomba o una toma de agua corriente.